lunes, 1 de junio de 2015

One-shot Susanoo

Primero, debo decir que no estoy tan contenta con el fanfic como podría estarlo. Es un poco mierdas(?) Aun así, gracias a los que me lean ♥ Es más un drabble que un Oneshot, pero qué se le va a hacer.

-------------------------------------------------------------------

PORQUE TE QUIERO



-¡Repite eso otra vez! -gritó alguien en el pasillo.

-¿Que repita el qué? ¡Amaterasu es una diosa excelente! ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? -rebatió con furia una voz femenina .

-¡¿Serás merluza?!

-¡¡Cabeza de alga!!

-¡¡Como vuelvas a insultarme...!!

-¡¡Pero si has empezado tu!!

-¡¡Porque no dejas de decir tonterías!!

-Chicos... -Apolo alzó las manos en ademán tranquilizador. El dios griego no las tenía todas consigo. Las discusiones de Takeru y Kaori podían llegar a los límites más insospechados, como una bomba de relojería en una planta nuclear-. Estáis montando un alboroto, si seguís así alguien podría...

-Tropezar -interrumpió Tsukito detrás de ellos. Los tres lo miraron sin decir nada y él observó a los presentes sin alterarse-. ¿Qué problema hay?

-¡Hermano! Ésta cosa dice que Amaterasu es mejor diosa que yo.

-¡¿Cómo que cosa?!

Tsukito ladeó la cabeza. Como era usual, su rostro no mostraba ningún tipo de emoción.

-¿Eres una mujer, Totsuka Takeru?

El dios del mar puso los ojos en blanco, armándose de paciencia. A veces olvidaba que su hermano no era demasiado avispado en según qué cosas.

-¡Tsuki-Tsuki! -se quejó Apolo, acercándose. Demasiado infantil, pensó Kaori, que giró la cabeza y se cruzó de brazos, contrariada-. Ayúdame a poner paz, ¡por favor! Si Take-Take y Ka-chan siguen peleándose...

-Totsuka Takeru. Hanabi Kaori -murmuró-. Recomiendo dejar de lado la discusión hasta el final de las clases. De lo contrario, me veré obligado a hablar con Thoth-sama inmediatamente.

Un escalofrío recorrió la espalda de los nombrados. Cualquier cosa menos eso. Thoth-sama infundía un pavor casi enfermizo incluso al mismísimo Thor, que no le temía a nada.

-Tampoco hay que ser tan estricto, hermano...

-La clase empieza en unos minutos -el dios de la luna se dio la vuelta y se fue. Apolo empezó a aplaudir con renovados ánimos, sonriendo de oreja a oreja. Era obvio que había previsto aquella resolución del problema tan drástica.

-¡Como era de esperarse de Tsuki-Tsuki! -cacareó. Ambos, Kaori y Takeru parecían irritados con Apolo. La primera había bajado el mentón y miraba el suelo, contando mentalmente hasta... mil. El otro por su parte, se tapaba un oído con el meñique y lo contemplaba, crispado.

-¿Podrías largarte ya, Ahorón*? -espetó. El rubicundo muchacho infló las mejillas, ofendido. Luego frunció el ceño y recorrió el mismo camino que Tsukito, dándoles un voto de confianza. Esperaba que no se pelearan de nuevo una vez que no tuvieran a nadie para separarlos.
Por fin, los dos chicos estuvieron a solas en el luminoso corredor. Takeru cruzó los brazos sobre su pecho mientras sus ojos se suavizaban un poco.

-Te has pasado -comentó-. ¿Cabeza de alga? ¿Tengo pinta de ser idiota?

Kaori negó con la cabeza mientras un leve rubor cubría sus mejillas. Era media cabeza más alta que él, algo que la había acomplejado en gran medida desde que sus sentimientos por él fueron establecidos.

-Eso te pasa por cogerme de la mano sabiendo que alguien nos podría haber visto -contraatacó. Ahora fue el turno del dios para sonrojarse. Se llevó una mano temblorosa a la nuca, rascándose de los nervios.

-Solo ha sido un pequeño descuido -murmuró, aunque de pronto salió de su ensoñación-. Un momento. ¿Desde cuándo lo que hay entre nosotros debe ser un secreto? ¿Qué te da tanto miedo que ocurra si alguien se entera?

Kaori se mordió el labio.

-No es... el miedo a que se sepa... -empezó. Su cara tomó un tono carmesí más intenso-. Tenemos una personalidad tan parecida, tan explosiva que aún me parece estar soñando algo como ésto. Me resulta extraño poder... compartir momentos contigo. Pienso que si digo en voz alta que te quiero, todo se desvanecerá y me despertaré otra vez sola -agarró la manga de la chaqueta de Takeru por el borde, incapaz de mirarlo directamente-. Además, siempre estás con Yui, que es bajita y adorable...

Takeru parpadeó incrédulo.

-¿Estás celosa? -inquirió el dios. La chica abrió unos ojos como platos y se tomó unos instantes para digerir las palabras del chico. ¿Lo estaba? ¿Ella? Sí. ¿Qué otra cosa podía ser si no celos? Algo tan mezquino se correspondía con su personalidad. Una vez más, se cuestionó si estaba bien tener una relación con él.

Asintió, imperceptible. Takeru alzó una mano, queriendo acariciarle el rostro, pero se detuvo a medio camino, percatándose de algo. ¿Cuándo Kaori se había convertido en alguien tan importante para su vida que el simple echo de intentar tocarla le aceleraba las pulsaciones? No lo recordaba. Surgió un día, sin más.

Tomando una nueva actitud, el chico entrelazó una mano con la de ella y la llevó casi a rastras por el pasillo en dirección al aula.

-¡Takeru...! ¡Espera! ¿Qué...?

-Te lo he dicho miles de veces. No me importa que seas mas alta que yo. No me importa que no seas tranquila, bajita y delicada como Yui. Ni me importa si estás celosa o no. Porque Kaori es Kaori, y me enamoré de ella por quien es, no por el concepto que tenga un puñado de almas invocadas por Zeus para ser nuestros compañeros. Olvida las malas palabras de gente que no existe. Olvídalo todo, y mírame solo a mí. Te quiero. Acéptalo de una vez -se detuvo delante de la puerta-. Y si no lo logras, yo te ayudaré.

La abrió bruscamente. La clase en conjunto ladeó la cabeza ante el ruido, incluido Thoth, que ya había empezado la explicación sobre las placas tectónicas que conformaban la Tierra. Los otros dioses, en un alarmante silencio pusieron sus ojos en las manos entrelazadas de los chicos. En algunos, la sorpresa que les desdibujaba la cara era casi cómica.

-Take-Take, ¿por qué...? -la boca de Apolo formó una gran “O” que no se molestó en ocultar.

Takeru infló el pecho, desafiando a cualquiera que se atreviese a decir algo negativo. Se preparó para hablar, sin embargo le costó al verse observado.

-¡Yo...! ¡Kaori es...! ¡Ella...! -balbuceó. Enrojeció violentamente y trató de serenarse. Una mano se posó sobre su hombro; una mano cálida que le dio todo el apoyo que necesitaba. Cerró los ojos y con decisión pronunció-. A partir de ahora, Kaori me pertenece. Nadie tiene derecho a tocar a la chica que quiero, a mi chica. Si alguien se la juega... -alzó la mano que tenía libre y la cerró en un puño-. ¡Se las verá conmigo!

Loki empezó a reírse a pleno pulmón, con las manos al estómago. La situación se volvió caótica a continuación. Apolo, Yui y Balder se aproximaron a Takeru, totalmente pasmados. Lo atiborraron a preguntas a la vez, incomodando al chico cada vez más hasta que, cansado, respondió de forma mordaz y con cara de pocos amigos. Por otra parte, Dioniso colocó su palma en la cabeza de Kaori y comenzó a moverla de un lado a otro.

-¿Al final os habéis atrevido a decirlo, eh? Ya era hora después de tanto secretismo e incursiones nocturnas -dijo risueño el dios del vino.

-¡Dioniso! ¿Lo sabías? -exclamó Takeru señalándolo con el dedo. El chico alzó una ceja, como si la pregunta de su compañero estuviese fuera de lugar.

-Soy el dios del vino y la fertilidad. Cuando estáis juntos, segregáis una cantidad de endorfinas demasiado grande como para lograr respirar a vuestro lado. Por supuesto que lo había notado.

Hades emitió un sonido parecido a una carcajada entre dientes.

-Par de tontos -espetó, tranquilo-. No negaré que me habéis sorprendido.

-¡A mi no! -anunció Loki. Éste saltó de la silla y se acercó a saltitos a la pareja. Lo sé desde hace un buen rato. Um... ¿Cómo era? ¡Ah, sí! -se aclaró la garganta, preparado para hablar-. “Porque Kaori es Kaori, y me enamoré de ella por quien es, no por el concepto que tenga un puñado de almas invocadas por Zeus para ser nuestros compañeros. Olvida las malas palabras de gente que no existe. Olvídalo todo, y mírame solo a mí...”

-¡¡AAARGH!! -gritó Takeru, fuera de sí-. ¡Pero cierra la boca, imbécil! ¡Te mataré!

Loki le sacó la lengua mientras corría por el aula con el dios del mar detrás de él. Todos en el la estancia prorrumpieron en risas a excepción de una única persona, la cual carraspeó y golpeó su mesa con vehemencia.

-Hanabi, Totsuka. Quiero veros a los dos en la biblioteca después de clase -ordenó Thoth, serio-. Los demás, ¡estáis castigados hasta nuevo aviso! ¡Vais a estar una hora dando vueltas a la escuela!

Takeru se situó al lado de Kaori y disimuladamente entrelazó los dedos con los de ella. Mientras los demás no miraban, le dio un corto y casto beso en los labios, apenas alzándose un poco en las puntas los pies.

-No te preocupes. Yo te protegeré -declaró. Kaori creyó que su corazón se saldría del pecho, y se obligó a respirar con normalidad. Vio tal amor en los ojos de Takeru que no tuvo dudas, no se atrevió a tenerlas.


Si estoy con él, definitivamente todo irá bien. Sí, porque te quiero más que nadie.

-----------------------------------------------------------------

*Ahorón: Apolo + Ahou (idiota).

-----------------------------------------------------------------

*Todos los derechos reservados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario