domingo, 3 de noviembre de 2013

HongBin - Capítulo 4

La silla no era un buen lugar para dormir, lo había comprobado aquella misma noche. Al levantar la cabeza del escritorio, reprimí un gemido de dolor y me llevé una mano al cuello para masajeármelo.

-Ay… -susurré repetidamente. Me incorporé lentamente. Mi reloj de mesa marcaba las nueve de la mañana. Pese a que había dormido escasas siete horas, me sentía completamente despierta. Sin embargo, no me había cambiado de ropa desde ayer y decidí ponerme un pijama para estar por casa. En el momento en que empecé a levantarme el jersey noté como si unos ojos me atravesaran la nuca y por inercia giré.

Me había olvidado de HongBin, semi incorporado en la cama, y de su actual pelo revuelto. Tuve que reprimir un chillido de vergüenza por lo que había estado a punto de pasar.

-Por mí no te cortes. Siempre viene bien alegrarse la vista –se buró él, y mi cara tomó un color carmesí intenso. Decidí relajarme antes de decir cualquier cosa de lo que pudiera arrepentirme luego.

-Muy gracioso –ironicé y di varias palmadas-. En serio, te felicito. Deberías hacerte humorista.

HongBin resopló y se encogió de hombros.

-Eres aburrida –espetó directamente, algo que me sorprendió y me fastidió. Me acerqué, dispuesta a hacerle tragar las palabras a puñetazos si hacía falta, pero él simplemente me agarró de la muñeca y acabé estirada en la cama bajo su cuerpo. La sangre se agolpó en mis mejillas y me removí para salir.

-¡¿Qué haces?! –exclamé, nerviosa.

-Es divertido ver tus reacciones en estos casos… -Estaba tan alarmantemente cerca… sentía su respiración a menos de dos centímetros de mi, con esos labios carnosos entreabiertos y esa fragancia natural… me asaltó un gran deseo de besarlo. ¡No podía ser! ¡Estaba ansiando besar a aquél que me estaba acosando!

-¡Deja de controlar mis emociones! –le grité. Por un momento pareció desconcertado, como si no supiera de qué estaba hablando. Entonces cambié de táctica-. ¿Qué clase de genio eres? ¿Un Dao? ¿O un Marid?

HongBin entrecerró los ojos y me soltó. Bien, había conseguido mi propósito, alejarlo mientras mi pulso volvía a su velocidad normal. Me senté en el extremo mas alejado de la cama. Parecía pensativo y algo enfadado, y cuando volvió a hablar, su voz había adoptado un matiz oscuro.

-Dado que de alguna forma así lo entendéis los humanos, te diré que no soy ni una cosa ni otra. No me vuelvas a comparar con esos.

La forma en que dijo “esos”, dejó claro su profundo odio hacia las dos razas de genios. ¿Por qué? ¿Por qué tanto odio acumulado?
-¿Por qué guardas tanto rencor a los de tu especie… y a la mía? –pregunté-. ¿Ese odio te deja dormir con la consciencia tranquila?

-Como ya has visto, duermo muy bien –cortó él, sin contestarme. Suspiré. Era un caso perdido. Un silencio incómodo se instauró entre nosotros-. Soy un Djinn.

Lo volví a mirar. Djinn. Maestros del aire, por lo que había leído.

-¿Entonces eres capaz de crear comida? –inquirí, inocente. HongBin soltó una carcajada.

-No deberías creerte todo lo que dice Internet.

-Ahora lo sé –asentí. Mi móvil empezó a sonar a mi parecer, de un modo estridente-. ¿Sí?

-¡¡Alice!! –me aparté el teléfono de la oreja ante la gran potencia de voz de mi amigo.

-Hola Ken –dije.

-Sabía que estarías despierta –siguió-. Fin de semana. Fiesta de pijamas. En tu casa. El próximo sábado.

Lo que fue excusa ayer, se convirtió en realidad. Jae Hwan parecía leerme la mente a veces.

-¿Eso no es de chicas? Estoy empezando a dudar seriamente de tu condición humana.

Lejos de sentirse ofendido, se rió.

-En fin, ya sabes lo que quiero decir. ¿Te parece bien? Leo puede traer patatas fritas y yo un par de coca colas Light, así que solo tienes que poner la casa.

Miré de soslayo a HongBin, que me observaba interrogante.

-Ken, este fin de semana que viene no sé si…

-¡Genial! Allí estaremos el sábado a las ocho de la tarde. ¡Asegúrate de acordarte! ¡Bye!

Y colgó. Así, sin más.

Parpadeé, consciente de que tenía un grave problema.

-¿Tu novio? –curioseó el genio.

-Mi amigo –luego rectifiqué-. Mis amigos. Van a venir éste fin de semana a dormir y…

-No puedo alejarme demasiado de tu casa, por lo que es imposible que esté en otro lugar. Pero puedo hacerme invisible para ellos.

Tomé unos minutos de reflexión.

-Prométeme que no harás nada fuera de lugar.

HongBin alzó una mano y puso cara de ofendido.

-Por favor… sé comportarme. Y nuestro incidente de ayer no tuvo nada que ver. Me cabreaste bastante así que tenía motivos –explicó.

Bufé. Estaba cansada de su egoísmo. De pronto, una idea acudió a mi mente y me hizo proferir un jadeo ante mi brillantez. ¿Cómo no se me había ocurrido antes?

-HongBin. Ya tengo decidido mi primer deseo –me levanté-. Deseo que puedas ir y venir libremente sin depender de mí o de tu recipiente hasta que se hayan cumplido los otros dos deseos.

El Djinn, como un autómata, levantó un brazo y chasqueó los dedos. Al momento pareció sacarse un peso de encima.

-¿Por qué… por qué has hecho eso? –dijo con un hilo de voz. Estaba desconcertado.

No supe exactamente qué responder.

-Por que me apetecía –y añadí-. Y así el sábado podrás estar donde quieras estar.

Me aguantó la mirada casi sin parpadear. No sabía exactamente lo que me transmitían sus ojos; respeto, comprensión… ¿Quizá algo de fascinación? No lo tenía claro.

-Eres… una criatura extraña –expresó, sin ningún tipo de malicia. ¿Qué debía decir? ¿Gracias? ¿Debería ofenderme? ¿Contestarle alguna bordería?

-Me lo tomaré como un cumplido – comenté, al fin.

***

La semana transcurrió bastante tranquila, salvo por que HongBin, en vez de utilizar su “libertad condicional” para irse y hacer algo de provecho, me acompañaba al instituto todos los días, soltando comentarios sobre que los coches eran un arma de destrucción masiva y bestialidades similares. El problema siempre venía con mis mejores amigos. Después de clases, Leo y Ken me acompañaban un trecho, y HongBin sabía exactamente cuando éstos daban la vuelta.

El jueves, sin avisarme, llegado el trecho acordado me atrapó la mochila y se la echó al hombro. Pese a mis protestas, empezó a levitar y a alejarse sorprendentemente rápido hasta llegar a mi casa.

El último día de clase ocurrió algo extraño. Mientras conversaba con los chicos, llegamos al punto en que debían separarse de mí para ir a sus casas.

-Bueno, recuerda que mañana venimos a dormir. Y ésta vez yo duermo en la cama –anunció Ken-. La última vez me tocó el suelo, y paso de volver a sentirme contracturado.

-Ni lo sueñes, es mi casa y mi cama, así que se hace lo que yo diga –me crucé de brazos.

-Oh vamos… tu cama es lo suficientemente grande para los tres, y empieza a hacer frío…

-Sacaré la litera y subiré la colchoneta hinchable –interrumpí. La última vez que habíamos dormido los tres en la misma cama, ninguno pegó ojo. La cama no era tan grande.

-Como quieras… entonces, ¡Hasta mañana! –exclamó Jae Hwan, con su usual alegría. Leo, en vez de volverse, se acercó y me alborotó un poco el pelo. Rezongué, molesta y acto seguido me colocó un mechón detrás de la oreja.

-Ten cuidado –musitó, y miró por encima de mi espalda, repentinamente serio y tenso. Me giré, temerosa de que pudiera haber descubierto a HongBin, pero no había nadie. Los ojos de Taek Woon volvieron a centrarse en mí. Una breve sonrisa fugaz fue lo que me dedicó reemplazando la rigidez anterior y calmadamente llegó a la altura de su amigo, que lo esperaba una calle mas lejos.


Esa forma de mirarme… era diferente a como lo hacía normalmente. ¿En que pensaba Leo?

7 comentarios:

  1. Uy uy uy ese Leo... lo ha visto, me juego la cabeza ><
    Y ese Hongbin, me gustaría tener un genio igual jajajajaja con eso te lo digo todo xdddd

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver, a ver que pasa en el próximo capitulo hehe estoy a punto de terminarlo! :D

      Eliminar
  2. Kya!!! no me digas que Leo se esta enamorando de Alice!!! Ja, ahora por lo menos Hongbin va a ver que Alice no es como los demas humanos, que ella es amable, TOMATE ESA HONGBIN XD unnie siguela plis, sube el proximo capi pronto *^*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Micaela, ya he colgado el siguiente capítulo!! ^^ Espero que sea de tu agrado, y espero tu comentario como siempre! ;;

      Eliminar
  3. Que fuerte... Fiestas de pijamas mixtas? Jajaja me parrrrrto. Y Leo sigue dandome mal rollo. No será él otro tipo de Genio o un casa genios? Me decanto por lo segundo de momento. Voy a seguir leyendo jaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. HAHAAHAH Te ha dado que pensar eh? xD Leo da mal rollo siempre en verdad xD

      Eliminar
  4. Jopetas >...< los dejas muy interesantes T___T djsakdjksadj ( que suerte que he empezado a leerlos tarde i puedo seguir leyendo y no quedarme con la intriga hasta que subas otro ) -cara de malota -

    ResponderEliminar